miércoles, 22 de abril de 2015

Justo Alario

Colón necesitaba de un salvador para apaciguar los ánimos caldeados que reinaban en el Brigadier López sobre el final del encuentro ante Atlético de Rafaela. Lucas Alario acudió al llamado y se convirtió en el héroe de un partido que el sabalero sufrió pero pudo ganar con lo justo.
El enfrentamiento entre rojinegros y celestes estuvo lleno de “accidentes”, situaciones inesperadas que fueron alterando el desarrollo del juego. Varias favorecieron a Colón, aunque el rojiengro tuvo que aguardar hasta el último tramo del cotejo para alzarse con una victoria fundamental para aliviar su presente.
El primero de esos momentos fue la prematura lesión de Clemente Rodríguez, que tuvo que abandonar la cancha a los siete minutos. La circunstancia le permitió a Javier López remendar el error que había cometido en la formación titular. El técnico hizo ingresar a Cristian García, para acomodar al equipo con dos delanteros.
La diferencia de peso ofensivo se notó enseguida. García y Alario se entendieron rápidamente, empezaron a ganar en el mano a mano con los marcadores centrales y en diez minutos generaron tres opciones claras de cara a Conde. Las primeras dos fueron conjuradas por el arquero, pero la tercera fue la vencida.
Bittolo mandó un pelotazo largo que Alario peinó en la medialuna. García picó a su espalda y quedó frente a frente con Conde. El delantero la punteó, el golero puso las manos flojas y el balón quedó de nuevo en los pies del Ruso, que la mandó a guardar.
Ese rato bastó para que Colón deje en claro que se siente más cómodo jugando con dos delanteros, poniendo un habitante más en el área. Porque el sabalero ya demostró que no cuenta con la capacidad para apelar a una circulación en el mediocampo que alimente con precisión al un único hombre de ofensiva. Entonces, saltear la línea media con pelotas largas se transforma en una herramienta útil. Para que funcione, se necesita tener por lo menos dos delanteros y volantes externos que se sumen al ataque. De esa forma, el cuadro santafesino pudo establecer distancias de rendimiento y fue superior a la Crema durante todo el primer tiempo.
Sin embargo, el complemento fue una historia completamente distinta. Colón hizo todo lo que se desaconseja en estos casos. En vez de salir a “matar” a un rival endeble, a darle el golpe de nocaut a un oponente que tambaleaba, el sabalero se retrasó, perdió el control de la pelota y se dejó atropellar por el rafaelino. Ni siquiera pudo retomar el protagonismo cuando, sobre los 22 minutos, el elenco de Astrada se quedó con uno menos por la justa expulsión de Díaz Pena. Todo lo contrario, siete minutos después llegó el empate de Alexis Niz, que transformó al Brigadier López en un infierno.
Pero, cuando los nervios se apoderaban de los hinchas y la presión se trasladaba a la cancha, apareció el goleador. Lucas Alario la recibió de Garnier en el área, la aguantó, giró y remató. La pelota, igual que en aquél gol histórico contra Olimpo, se desvió y entró picando despacio en el arco que da al Fonavi. A cuatro minutos del final, la gente desató el festejo atragantado gracias al artillero que siempre está. Gracias al 9 que se había perdido cinco partidos por lesión y, a pesar de no jugar bien ayer, demostró que es indispensable en el equipo.
Así, sufriendo como lo indica su ADN, Colón le pudo ganar de local al último de la tabla, jugando casi media hora 11 contra 10. Suena a cuenta pendiente, a que hay varias cosas por mejorar. Entre ellas, la convicción de Javier López al momento de diagramar la formación principal.
Cuando pase la euforia por el triunfo, el técnico seguramente entenderá que debe tomar este mini receso que se avecina para conseguir definitivamente un perfil de juego determinado. Cuando ya se lleva disputado un tercio del campeonato, el sabalero no puede conformarse con seguir ganando “a los ponchazos”.

Primera División – Torneo 2015 –Fecha 10: Colón 2 – 1 At. Rafaela

martes, 21 de abril de 2015

San Triverio

“Enrique Triverio es el alma de Unión” afirmó Leonardo Madelón y su sentencia es la mejor descripción de lo que significa hoy el goleador para el conjunto tatengue. Quique regresó con todo y se despachó con un hat-trick para sellar un triunfo vital frente a Quilmes.
La historia comenzó complicada, porque a los 30 segundos de juego el Cervecero ya ganaba con el gol de penal que convirtió Tito Ramírez, luego de una infracción de García Guerreño. Sin embargo, el cuadro santafesino se recuperó rápidamente. Allí estuvo una de las claves del partido.
Ocho minutos después de la apertura llegó el empate. Triverio recogió un rebote cerca de la medialuna y metió un zurdazo violento y preciso al palo izquierdo de Assmann.
En un partido parejo la diferencia la hizo Triverio. Cuando a Unión le costaba romper el cerrojo defensivo del elenco de Falcioni, el 7 fue a buscar una pelota aérea, recibió un codazo de Uglessich y tuvo a favor un penal a ocho minutos del final de la primera parte.
El defensor local se fue expulsado y el delantero visitante facturó desde los doce pasos con un tiro suave al costado. Así, gracias a Triverio, el rojiblanco se iba al descanso ganando 2 a 1 y con un jugador más que su rival en el campo.
El panorama tatengue se aclaró aún más en el complemento. Sobre los 18 minutos apareció otra vez Triverio para empujar un centro preciso que envió Malcorra desde la izquierda y ampliar la distancia en el marcador.
Enseguida Quilmes se quedó con nueve hombres producto de la roja que vio Ramírez por protestarle excesivamente al árbitro Penel. De esta forma, el contexto de partido lo favorecía a Unión y lo único que restaba era controlar el trámite y esperar que el reloj corra para sellar la victoria.
Sin embargo, el tatengue se relajó y permitió que el Cervecero lo atacara, sin demasiada profundidad pero generando varias acciones de peligro desde el balón detenido. Aunque siempre apareció Nereo Fernández, de gran actuación, para desviar cada uno de los tiros libres que ejecutó Rodrigo Gómez.
Unión se recuperó a tiempo gracias al retorno de su goleador, el as de espadas de este equipo. Es cierto que el conjunto de Madelón mejoró por los costados en defensa (gran noche de Britez), que el ingreso de Matías Sánchez le aportó recuperación y equilibrio al medio, que Malcorra y Gamba levantaron un poco su nivel en relación a los últimos partidos. Pero el protagonista estelar de la película es Enrique Triverio.
Quedó claro que la presencia del goleador contagia a sus compañeros, genera respeto y preocupación en los rivales y, lo más importante, colabora para ganar partidos. No los gana solo, eso sería imposible en un juego colectivo, pero influye de forma determinante.
Con San Triverio como estandarte, la armada rojiblanca volvió a la senda del triunfo y recuperó la sonrisa luego de dos derrotas en fila.

Primera División – Torneo 2015 –Fecha 10: Quilmes 1 – 3 Unión

lunes, 20 de abril de 2015

Busca su identidad

Colón preocupa por su pobre actualidad futbolística, porque sobre la Fecha 10 su estructura es tan frágil que cuando parecía fortalecerse se desmoronó de un soplido en Temperley.
Se jugó un tercio del campeonato. Muy poco para sacar conclusiones finales, pero sí es un tiempo prudente para exigir que el equipo exhiba un perfil reconocible.
Una de las cuestiones prioritarias para un equipo cuando comienza un ciclo es definir su identidad. Y en ese contexto, el DT cumple un rol fundamental para determinar qué tipo de cuadro quiere tener. Está claro que la formación de Javier López todavía no lo logró.
¿A qué juega Colón? ¿Tiene alguna forma que se pueda clasificar entre los modelos conocidos? La respuesta es no. Porque el sabalero no es un equipo que le brinde desinteresadamente el protagonismo y la pelota al rival, aguardando que falle para hacer gala de su efectividad. Y tampoco es un conjunto valiente, agresivo, que quiera mantener la posesión del balón para dominar los partidos.
En realidad, a lo largo de estas nueve jornadas, trató de hacer un poco de todo y terminó sin hacer nada. Quiso ser protagonista en partidos como ante Argentinos y Tigre, pero le faltó capacidad en la mitad de la cancha para traducir ese control en oportunidades. Salió a defenderse contra Banfield y Temperley y le fue mal. Frente a Boca y Racing las diferencias de jerarquía fueron notorias, aunque solo la Academia lo plasmó en el resultado.
El único partido en el cual Colón pudo demostrar una idea clara de juego fue contra Rosario Central. Mereció algo más que el empate, fue un equipo ambicioso, que presionó arriba, y que no encontró el triunfo por deficiencias en la definición. Ese plus que faltó en Rosario apareció frente a Olimpo, pese a no mostrar el mismo nivel.
Seguramente, esa imagen del Gigante de Arroyito es el modelo que López toma como ejemplo a imitar, como meta de rendimiento. Para medirse ante At. de Rafaela, el técnico arma un mediocampo con características individuales similares.
La vuelta de Romero y la reaparición de Llama le brindarán mejores opciones para desarrollar un plan de juego basado en los pilares de la idea que ejecutó ante Central, con el agregado de jugadores que tienen capacidades para saber qué hacer con la pelota después de recuperarla.
Frente a un elenco debilitado, que todavía no ganó, que estrenará DT, Colón tiene la posibilidad de encarrilarse en una senda definida y, ojalá, más atractiva.

Primera División – Torneo 2015 –Fecha 10: Colón vs At. Rafaela

domingo, 19 de abril de 2015

Triverio y algo más

La semana tatengue estuvo dominada por un nombre: Enrique Triverio. Su regreso al equipo titular es la novedad más saliente y positiva en el contexto del partido ante Quilmes. Las dos derrotas mientras el goleador estuvo ausente, sumado al interés de Racing que hizo peligrar su continuidad, colocaron al delantero en el pedestal del hincha. De cara al choque frente al Cervecero, Quique es el “ancho de espadas” para Unión.
Sin embargo, igual que en el Truco, en el fútbol no se puede ganar con una sola carta. Es un deporte colectivo que necesita de la sinergia de las individualidades. El buen rendimiento de los jugadores repercute en el nivel del equipo y viceversa.
Hoy Unión está pasando por un mal momento como conjunto. Por eso la formación de Madelón tendrá que mejorar en todas las líneas, para que el ingreso de Triverio se transforme en una influencia positiva. De lo contrario, el artillero cumplirá un rol quijotesco, luchando contra molinos de viento sin ningún resultado.
El cuadro de Madelón deberá corregir dos aspectos claves de su funcionamiento: la contención en la mediacancha y el peso en ofensiva. Para lo primero, el técnico pone en cancha dos volantes centrales por primera vez en el campeonato. Las lecciones aprendidas contra Newell’s y Sarmiento torcieron la convicción del entrenador y, por lo menos para jugar de visitante en Quilmes, elije reforzar la zona de recuperación. A eso, el equipo tendrá que agregarle mayor solidez en su última línea. Si no será en vano la suma de futbolistas de corte en el medio.
Y para pensar en retomar el fuego ofensivo de las primeras presentaciones, basta y sobra con la reaparición del goleador Enrique Triverio. De todas formas, habrá que hacerle buena compañía para que no se contagie del bajón general.
Unión se juega una parada brava pero al mismo tiempo vital para restablecer los ánimos y cortar rápidamente la mala racha.


Primera División – Torneo 2015 –Fecha 10: Quilmes vs Unión

domingo, 12 de abril de 2015

Perdió la inspiración

Unión pareció quedar atrapado entre los lamentos por el récord perdido en Rosario, alargó su mal momento y cayó por la mínima ante Sarmiento de Junín. El equipo de Madelón repitió algunos errores y no se pudo recuperar, ni en lo  anímico y tampoco en el aspecto futbolístico.
El tatengue tuvo solo dos momentos de lucidez a lo largo todo el partido, el resto del trámite fue controlado por el visitante. En ese breve lapso convirtió a Rigamonti en figura. En la primera parte, con un córner que le cayó sorpresivamente en los pies a Zurbiggen pisando el área chica, pero el defensor definió al medio donde estaba el arquero. Y en el complemento con una ráfaga de furia en tres minutos que incluyó un tiro libre de Malcorra, un tiro de Gamba y un mano a mano de Villar. Todo conjurado por Rigamonti.
Sin embargo, este recuento rápido no debe sonar a producción excesiva, sino todo lo contrario. Lo único que produjo Unión es eso y fue escaso para pretender superar al Verde. Por su parte, Sarmiento no generó mucho más que el santafesino pero entendió mejor los momentos del juego y sacó provecho de cada uno de ellos.
El visitante aguantó en el comienzo cuando los de Madelón insinuaban mayor ambición, emparejó el trámite promediando el primer tiempo y logró la diferencia antes del final de la etapa. El tatengue descuidó a Nuñez en un lateral, el zurdo recibió solo y metió un centro que picó en el área chica. Nereo Fernández salió desacomodado, chocó con Zurbriggen y perdió la pelota, que quedó viva en el punto del penal. Allí apareció Sebastián Luna para definir solo y con el arco vacío.
La ventaja mínima le brindó tranquilidad al elenco de Junín para afrontar el complemento bien parado, achicando espacios y buscando contragolpes que no aprovechó. La expulsión de Figueroa y el paso del tiempo lo arrinconó cerca de su valla pero casi no sufrió ante un rival impotente.
Por su parte, Unión fue la contracara. La responsabilidad de revertir la imagen que mostró ante Newell’s le pesó demasiado. Tuvo rendimientos individuales bajos, casi nula conexión ofensiva y escasos recursos para quebrar a un oponente prolijo pero limitado.
La actuación del rojiblanco preocupa porque dio un paso atrás y no exhibió signos de mejoría luego de perder la confianza que le brindaba la racha de partidos invicto. Rápidamente cayó preso del nerviosismo cuando no podía sostener la tenencia de la pelota y las imprecisiones abundaban. Y careció de claridad durante todo el encuentro, no solo cuando el reloj apremiaba las posibilidades de empatar.
El técnico tendrá que buscar reacciones positivas en la semana para intentar dar vuelta esta realidad dentro de siete días en Quilmes. Si esas reacciones aparecen en futbolistas que hoy están afuera tendrá que provocar variantes. Hay pocos jugadores que tienen su puesto asegurado si tomamos como referencia las últimas dos presentaciones. Unión necesita una vuelta de rosca, sobre todo en la zona media, para no dilatar más este mal momento.
La respuesta dentro de la cancha no fue la esperada. Ahora el tiempo será de Madelón, para tomar decisiones que le devuelvan al conjunto rojiblanco las luces que perdió.

Primera División – Torneo 2015 –Fecha 9: Unión 0 – 1 Sarmiento (J)

Fin de racha, comienza una historia nueva

Unión se despidió de una seguidilla muy importante de encuentros sin caer con una derrota sin atenuantes a manos de Newell’s. El equipo rosarino echó por tierra la marca histórica provocando la peor actuación del tatengue en este campeonato. El primer revés no llegó de casualidad ni fue fruto de una injusticia, todo lo contrario.
Esta realidad abre la puerta para dos lecturas posibles. Hay quienes en estos casos sostienen que hay que barajar y dar de nuevo, y otros que prefieren afirmarse en las virtudes para retomar la buena senda. Leonardo Madelón está entre estos últimos, sin que eso signifique desconocer que el equipo cometió muchos errores en los partidos anteriores.

La imagen de equipo confiable y difícil de superar que Unión construyó en la segunda rueda de la B Nacional se fue desgranando de forma lógica con el correr de las presentaciones en Primera. Hasta ahora había logrado disimular las diferencias ante elencos más fuertes, porque siempre tuvo a mano un gol, una buena reacción, una inspiración individual o una adaptación colectiva. Nada de eso apareció el lunes pasado en Rosario.
Ahora Unión comienza una historia nueva con la obligación de mejorar en varios aspectos, pero con el horizonte bien claro. El técnico y los jugadores saben que el libreto no se debe modificar, el objetivo es perfeccionarlo. El cuadro santafesino no tiene que dejar de lado su vocación ofensiva, pero sí retomar la capacidad goleadora (sin Triverio en cancha será más difícil) y el buen trabajo de los medios ofensivos (Villar y Malcorra bajaron su nivel).
Por otra parte, el aspecto defensivo es otra arista a corregir. Los volantes externos deben respaldar más a Martínez en la tarea de la recuperación para funcionar mejor como bloque de contención. Y a su vez, el equipo necesita recuperar el rendimiento de sus laterales. Las bajas actuaciones de los protagonistas por las bandas perjudica mucho a los ocupantes del triángulo central (Sánchez-García Guerreño-Martínez).
Madelón y compañía tienen clara la meta. Ahora la misión es cumplirla para no dejar escapar esa sensación positiva que envolvió el mundo Unión en las primeras siete fechas del Torneo. Es natural afirmar que lo mental influye y cuando se pierde la seguridad en las capacidades propias hay que tratar de recuperarla inmediatamente.
El ciclo de partidos que aparece en el fixture es una buena señal para el tatengue. Sarmiento (L), Quilmes (V), Belgrano (L), Crucero (L), Arsenal (V), Godoy Cruz (L) y Gimnasia (V) serán rivales ante los cuales puede plantarse mano a mano para intentar desarrollar su idea e imponer condiciones sin correr el riesgo de rozar la humillación, como ocurrió contra Newell’s.
El torneo de 30 fechas va a deparar varios momentos diferentes, etapas positivas se van a alternar con otras negativas. Será responsabilidad de Unión desarrollar un rendimiento que le permita permanecer lo más posible en los segmentos buenos y salir lo más rápido que pueda de los malos. Este partido es una buena oportunidad para escaparse enseguida del mal momento.


Primera División – Torneo 2015 –Fecha 9: Unión vs Sarmiento (J)

sábado, 11 de abril de 2015

Sin argumentos

Colón jugó mal y fue superado por Temperley, que pudo ganarle por una distancia mayor. A pesar del marcador ajustado, el sabalero nunca tuvo capacidades futbolísticas para llevarse algo de Turdera.
El local salió decidido a atacar y quebró rápidamente la resistencia del rojinegro, que exhibió debilidades por los costados de la defensa. Clemente Rodíguez y Cuevas sufrieron ante Sambueza y Esparza. Perdieron los duelos individuales y dejaron el espacio libre cada vez que intentaban alguna incursión ofensiva.
El bloque de ataque del Gasolero tuvo una noche inspirada y el anuncio llego de arranque, a los tres minutos de juego. La última línea de Colón quedó desacomodada luego de un mal despeje, Di Lorenzo envió un centro pasado que encontró solo a Fabián Sambueza. El volante ingresó sin marca, aprovechando la distracción de Clemente, y enfrentó a Broun. El arquero dudó, esperó demasiado, y Sambueza le pegó al primer palo para abrir el marcador.
Colón esbozó un intento de recuperación con una acción de Poblete que tapó muy bien Crivelli, pero fue solo un espejismo. Temperley controlaba el partido y aprovechaba la fragilidad defensiva del cuadro santafesino. Eduardo Ledesma manejaba los hilos en el medio y abastecía a Sambueza, Esparza y Dinenno.
Luego de un par de avisos (Ledesma se lo perdió solo en el área chica y Broun se la sacó a Sambueza del ángulo) llegó naturalmente el segundo gol. Ledesma abrió para Esparza, que ingresó con zona liberada por izquierda. El delantero mandó el centro bajo y Juan Dinneno solo tuvo que empujarla para el lógico 2 a 0.
La primera parte que jugó el elenco de López fue muy pobre. Pobló de hombres la mitad de la cancha y nunca pudo manejar la pelota. Tuvo en esa zona tres mediocampistas centrales y un defensor, pero falló en la recuperación. Y dio muchas ventajas en defensa, con un desorden que no había tenido en otras presentaciones y que se puede remitir al encuentro frente a Racing.
De arranque en el complemento, el técnico movió las piezas obligado. Llama y Gómez ingresaron para tratar de ser más ofensivo, y enseguida Eguren suplió al lesionado Ledesma. Así Colón intentó acomodarse en campo rival para revertir la historia.
Sin embargo, el partido no cambió demasiado. Temperley se retrasó unos metros, pero cuando se decidió a atacar estuvo cerca de anotar el tercero. Algo que no sucedió gracias a las intervenciones de Broun.
Hasta que un accidente del juego revivió a Colón. El juez Baliño marcó penal luego de una mano de Romero (tendría que haber sido expulsado por doble amonestación) y Cristian Llama lo cambió por gol con un zurdazo preciso al ángulo inferior izquierdo de Crivelli.
El trámite le daba una posibilidad impensada al equipo rojinegro, que fue incapaz de aprovecharla. Puso voluntad y empuje, pero le faltó claridad y argumentos futbolísticos para empatar. Los arrestos individuales de Llama no alcanzaron para igualar un partido que el sabalero podría haber perdido por mayor distancia.
Colón es un equipo limitado en ataque, al cual le cuesta mucho construir una buena actuación si los pocos jugadores bien capacitados no tienen una noche inspirada. Si a eso le sumamos el desorden en el mediocampo y la fragilidad defensiva, nos da como resultado un destino inevitable. Ese mismo que vivió anoche ante Temperley.

Primera División – Torneo 2015 –Fecha 9: Temperley 2 – 1 Colón

domingo, 5 de abril de 2015

Llegó el desahogo tan deseado

Colón logró el triunfo que tanto anhelaba y que mucho necesitaba. Venció a Olimpo gracias a una inspiración individual de Romero y pudo sumar de a tres por primera vez en el año. El sabalero no jugó bien ni superó a un rival que expuso muchas limitaciones, pero alcanzó lo más importante: ganar.
En la previa se esperaba que el cuadro santafesino ratificara el crecimiento futbolístico que exhibió en Rosario con una actuación similar que lo acercara a la victoria. Sin embargo, todos los partidos son distintos y los rivales también, más allá de la ubicación en la tabla de cada uno. Por características ajenas y carencias propias, al cuadro santafesino se le hizo más complejo enfrentar al bahiense en su propia casa.
El cuadro de Javier López tuvo buenas intenciones, trató de copar la mitad de la cancha, de manejar la pelota y presionar la salida cuando no la tenía. Planteó el partido casi siempre en campo rival, en complicidad con una postura cautelosa que Olimpo ya tenía definida de antemano. No obstante, ese dominio no se tradujo en acciones de gol cerca del arco aurinegro. Colón avanzó mucho pero atacó poco, no tuvo precisión ni profundidad y sufrió un par de veces por quedar mal parado en defensa. Estaba claro que el planteo con superpoblación de volantes era improductivo y que el rojinegro necesitaba incorporar rápidamente un jugador en zona ofensiva.
Sobre los 15 minutos del complemento el equipo se iba quedando sin ideas, mostraba muy pocos argumentos y la gente comenzaba a impacientarse. En ese momento apareció Brian Romero para construir una jugada poco relacionada con el contexto del partido. La defensa de Olimpo se había destacado hasta allí por achicar los espacios efectivamente y no permitir zonas liberadas en tramos de definición. Por fortuna para los intereses sabaleros, el ex Acassuso desbarató esa corrección con un quiebre de cintura, acompañado de un autopase que dejó mal parados a tres futbolistas y rompió la última línea visitante. Con ese movimiento, Romero quedó cara a cara con Champagne para definir. El cruce extremo de Furios sirvió para desviar el remate, pero no para evitar que el tiro se meta por encima del arquero. Cuando los ánimos se caldeaban, Colón lograba la diferencia en el marcador y una tranquilidad muy importante para sostener la ventaja.

A partir de gol, el rojinegro afrontó los minutos que restaban con una postura más sólida. Ratificando la idea de continuar controlando el balón en el medio, pero sin la urgencia de convertir. Ni el corte de luz, ni los minutos que el partido estuvo detenido, ni los cambios que Perazzo introdujo en Olimpo pudieron torcer la historia.

Por fin Colón pudo ganar, pudo gritar victoria después de cuatro meses y ocho partidos en Primera División. No exhibió los atributos que le vimos ante Rosario Central, le costó mucho más, no se impuso a su rival de turno y tuvo varios inconvenientes para generar situaciones de peligro, pero alcanzó el triunfo tan ansiado.
Este es el resultado que el conjunto santafesino necesitaba para marcar un punto y aparte en la racha negativa, para olvidar a Mostaza Merlo y las cuestiones físicas de una vez por todas, para poner el foco en el horizonte y dejar atrás el negativo arranque de torneo. Si Colón logra en el futuro unir el rendimiento obtenido en Rosario con el marcador final de esta tarde podrá mirar hacia adelante y las primeras seis fechas quedarán en eso: solo un mal comienzo.

Primera División – Torneo 2015 –Fecha 8: Colón 1 – 0 Olimpo