sábado, 14 de mayo de 2016

En cualquier cancha

Unión dio un paso adelante en la maduración de su juego. Se animó a plantarse agresivo en la casa de Huracán y, a pesar de modificar la postura en los últimos minutos, demostró que tiene capacidades suficientes para imponer el nuevo esquema con una estrategia ambiciosa también en condición de visitante.
El primer tiempo fue el lapso más indicado para evaluar las posibilidades de la formación rojiblanca. Porque de arranque se plantó en terreno rival y propuso una circulación de pelota fundamentada en el control del mediocampo y la participación activa de los cinco futbolistas que ocupan esa zona. La idea funcionó, aunque el equipo careció de precisión en los últimos metros para traducir ese dominio en la red rival.
La superioridad rojiblanca se cortó con un accidente en el juego. Huracán abrió el marcador en el primer remate al arco que intentó, haciendo gala de la efectividad que a Unión le faltó en el área de enfrente y, además, contando con la fortuna a su favor ya que el tiro de Espinoza se desvió en Zurbriggen para descolocar a Nereo Fernández.
Sin embargo, el elenco de Madelón sostuvo el perfil ofensivo y recogió frutos antes del descanso. El empate llegó luego de una jugada colectiva perfecta que nació en el arco propio y culminó en la valla de Marcos Díaz. Siempre por izquierda y con la conducción magistral de Malcorra, el tatengue armó una serie de triangulaciones para construir un tanto en base a pases de primera y búsqueda de espacios. En la finalización, el zurdo recibió la devolución de una pared con Rolle y envió el centro bajo para la aparición en soledad de Claudio Riaño, que solo tuvo que empujarla al gol para coronar una de las mejores acciones de conjunto que vimos en el Torneo.
Unión intentó extender la postura al complemento, pero luego del primer cuarto de hora cambiaron las condiciones del juego. Huracán comenzó a tomar las riendas y a imponerse en campo rojiblanco gracias al influjo positivo que significó el ingreso de Patricio Toranzo. Además, Ramón Ábila comenzó a ganar el duelo individual contra Sandona y llamó al trabajo a Nereo Fernández, que volvió a ser determinante con dos tapadas mano a mano.
Madelón entendió que era el momento de modificar el esquema y ordenó dos líneas de cuatro para achicar espacios en el medio y evitar desbordes por los costados. Así, el tatengue pudo transitar los últimos minutos con mayor tranquilidad y casi obtiene el triunfo en el tiro del final con un remate de Martínez que rozó el palo derecho de Marcos Díaz.
Unión se llevó del Ducó sensaciones positivas más allá del resultado. El punto es importante, pero tiene mayor relevancia la ratificación de un modo de juego ya internalizado por los futbolistas y ejecutado sin importar la condición.

Primera División 2016 – Torneo Transición - Fecha 15: Huracán 1 – 1 Unión

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