lunes, 8 de junio de 2015

Balance positivo, a pesar de la despedida

Unión culminó la primera parte del año en el primer tercio de la tabla de posiciones. El escalafón no entiende de subjetividades y ofrece un número frío que, a veces, alcanza para determinar objetivos logrados. Ubicándose en esa posición, el tatengue puede alegar con razón haber llegado a la meta. Hubo muchas luces y algunas sombras que vale la pena analizar a mitad de temporada.

La dura derrota por goleada contra Gimnasia LP empañó una campaña positiva. Sin embargo, hay algunos aprendizajes que pueden extraerse de la caída en el Bosque. Elementos válidos para entender que no todas son rosas y que, más allá de la buena estadística, hay cosas por corregir y puntos por reforzar de cara a la segunda parte del año.
Unión trasladó su poder ofensivo desde la B Nacional, y ratificó su capacidad goleadora en Primera División. Con Enrique Triverio como abanderado, el cuadro de Madelón terminó tercero, detrás de River (27) y Boca (25), entre los conjuntos más goleadores del campeonato, con 24 anotaciones. Quique fue artífice fundamental con 9 goles. El 7 no fue simplemente un artillero, también aportó a la construcción del juego de ataque aguantando la pelota arriba y rompiendo por los costados para que algún compañero ingrese por el centro. Será muy complejo para Madelón reemplazar un delantero tan completo. Sin dudas será el lugar primordial a cubrir con uno o dos refuerzos.
Triverio tuvo dos laderos de alto nivel: Lucas Gamba e Ignacio Malcorra. El delantero mendocino se complementó con él por toda la zona ofensiva y también se anotó en la red en 5 ocasiones. Mientras que el mediocampista zurdo se destacó por sus tiros libres y centros, convirtiendo 6 goles y sirviendo algunos más. El tatengue concentró en estos tres futbolistas sus principales virtudes en el arco rival. Entre ellos marcó 20 de los 24 tantos que tiene el equipo.
El mediocampo fue casi siempre un paso rápido en el funcionamiento rojiblanco. El único jugador capacitado para agregar pausa en ese lugar es Juan Rivas, que estuvo varios partidos afuera por lesión. Por eso, el equipo buscó mayormente colocar el balón casi sin transición en la zona ofensiva, donde explotó sus mejores virtudes. En la mediacancha se destacó el rol de Mauricio Martínez, muchas veces lidiando en soledad con los volantes rivales.
Sin dudas, los puntos oscuros estuvieron en el rendimiento defensivo y en la disciplina. Unión termina la primera mitad del torneo como uno de los equipos más goleados. Le convirtieron 22 tantos, igual que a Arsenal y Nueva Chicago, los dos últimos de la tabla. La contención en retroceso, el marcaje por los costados y la defensa de pelotas aéreas fueron los flancos débiles más notorios. En ese sector, será importante incorporar un marcador central y por lo menos un lateral.
Un párrafo aparte merece el tema disciplinario. Unión sufrió 7 expulsiones en 15 partidos. Es decir, en casi la mitad de los encuentros tuvo que jugar con menos futbolistas que su rival. Es uno de los elencos con más rojas acumuladas, junto a Vélez, Huracán y Crucero. Madelón debe revisar este aspecto porque genera una ventaja al oponente de turno y perjudica a un plantel acotado.
El equipo tatengue cerró el semestre con un mal trago, pero el horizonte aparece claro. Si el trabajo en conjunto de los dirigentes y el cuerpo técnico en pos de reforzar la plantilla y prepararla de forma adecuada es el correcto, entonces Unión tendrá grandes chances de llegar a fin de temporada con el objetivo logrado.


Torneo de Primera División 2015 – Fecha 15: Gimnasia (LP) 5 – 2 Unión

domingo, 7 de junio de 2015

Se fue antes que lo echen

Javier López se adelantó ante la indecisión de los dirigentes y resolvió dar un paso al costado y dejar de ser el entrenador de Colón. El técnico se sintió manoseado en la semana, entendió que la falta de consenso en la Comisión Directiva era irreversible y le puso punto final a su ciclo en el cuadro santafesino.
La dirigencia sabalera especuló en los últimos días con el resultado del encuentro ante Huracán. Pensaron que un marcador claro a favor o en contra podía ayudarlos a justificar la opción de inclinar la balanza hacia un lado u otro en relación al futuro del DT. Pero Colón consiguió un empate, el marcador más repetido de este semestre, y dejó expuestos a los directivos que se quedaron sin reacción.
López debió lidiar con factores negativos que condicionaron el rendimiento del equipo, algunos de su responsabilidad y otros ajenos a su voluntad. Él no tuvo la culpa de recibir una plantilla con incorporaciones de bajo nivel, una base física deficiente, con jugadores propensos a lesionarse muy seguido y sin un recambio útil que surja de las inferiores (aunque llegaba de coordinar los juveniles del club). Sí podemos achacarle malas decisiones al armar la formación principal, demasiados cambios de un partido al siguiente (casi nunca utilizó el mismo equipo), mucha confusión en los planteos tácticos, y la migración desde un perfil medianamente ofensivo a una postura exageradamente defensiva en las últimas presentaciones. Además, como foco principal, el técnico no logró imprimir nunca una identidad definida de juego. A lo largo de los 15 partidos, nunca se supo a qué jugaba el sabalero.
Colón culmina esta primera parte del año luciendo mejor en la tabla que en la cancha. Los números, escasos pero no deficientes, no reflejan del todo la pobreza futbolística que el elenco rojinegro desplegó en el campo. Los 17 puntos que luce son mucho teniendo en cuenta que convirtió solo 14 goles a favor en 15 partidos (3 de ellos en el mismo encuentro frente a Defensa y Justicia). Ganó poco (3 victorias), empató mucho (8 igualdades) y perdió menos de lo que merecía (4 derrotas). Hubo solo un cotejo en el cual el equipo de López llevarse algo más: el que jugó como visitante de Rosario Central, que terminó 1 a 1. En el resto de sus presentaciones, Colón cosechó lo justo o más de lo que le correspondía según su actuación.
De cara a la segunda mitad del campeonato, el conjunto del Barrio Centenario tendrá la posibilidad de mejorar la suma de unidades para ganar en tranquilidad pensando en 2016. Sin embargo, el margen de error será estrecho. Si repite esta producción tal vez le alcance para zafar en este certamen, pero seguramente afrontará muy apretado el torneo corto del próximo año.
Estas son las consecuencias deportivas del desempeño de los dirigentes de Colón, que comenzaron el semestre apoyando la continuidad de un técnico que no los convencía, armaron un plantel desbalanceado, con refuerzos de avanzada edad, sin rodaje futbolístico y con riesgo de lesiones. Luego de la primera fecha echaron a Merlo y le entregaron el fierro caliente a un debutante. En ese contexto de trabajo, el Alemán López hizo lo que pudo. Se equivocó mucho, acertó poco y terminó pagando los platos rotos de una dirigencia que sigue cometiendo pecados de juventud, cuando ya transcurrió un año y medio de gestión.

Torneo Primera División 2015 – Fecha 15: Colón 1 - 1 Huracán

sábado, 6 de junio de 2015

El que paga los platos rotos

Javier López conducirá a Colón probablemente por última vez en la tarde de hoy. El técnico debutante tuvo que asumir el mando de un equipo mal armado, con falencias físicas y bajos rendimientos individuales. Su falta de experiencia fue clave para obtener mejores resultados con un plantel lleno de limitaciones.
A todas luces el ciclo parece estar terminado, aunque los dirigentes sabaleros no adelantaron si tomarán la determinación de indicarle la puerta de salida. Sí anunciaron que la decisión ya está tomada, y que no depende del resultado ante Huracán. ¿Sera verdad, o en realidad especulan con el marcador final de hoy? Si la dirigencia ya tomó una resolución, ¿por qué no lo anuncian? Sería bueno para agregar tranquilidad y evitar que la cancha sea un hervidero si Colón pierde, en el caso que el DT se vaya. O bien, dar confianza al entrenador y al mismo tiempo apaciguar los ánimos si no gana.
Colon es un equipo muy raro. Los números lo respaldan y condenan al mismo tiempo. Los 16 puntos que tiene en la tabla disimulan la pobreza de rendimiento que dominó esta primera parte de la temporada. Al mismo tiempo, el sabalero es el conjunto que menos remató al arco y uno de los de menos posesión de pelota de los 30 participantes.
A partir de esto, lo medular es analizar la influencia de López en las actuaciones del elenco rojinegro. A lo largo de los encuentros, el técnico se mostró casi siempre disperso en sus decisiones, poco convencido. Hizo muchos cambios, no logró darle una identidad definida de juego, y en las últimas presentaciones exageró en recaudos y se volvió amarrete.
Es cierto que se arregló como pudo con lo poco que tenía y tuvo que lidiar con lesiones y ausencias. Pero 14 partidos son suficientes para realizar un balance, que arroja resultados negativos. Colon necesita de un entrenador con mayor experiencia para lograr otro nivel de compromiso que redunde en mejores rendimientos. Si bien la cosecha de unidades no es escasa, si no mejora la suma en el semestre que viene puede quedar complicado de cara al 2016.
Los dirigentes de Colón, que son principales responsables de este presente, hoy están frente a la posibilidad de volver a tropezar, de repetir errores. Resolvieron esperar el resultado de esta tarde para definir el futuro de López. Ciñen a un partido la proyección de los próximos seis meses. Si el sabalero gana, se subirán al carro triunfalista de ratificarlo. Si en la reanudación pierde dos encuentros seguidos, ¿lo van a echar como hicieron con Merlo?
Javier López fue el bombero encargado de apagar un incendio que estos mismos directivos generaron. Con el advenimiento del receso, llega la posibilidad de barajar y dar de nuevo, de sacarle provecho a cada cupo que pueda utilizar para reforzar el plantel, y también a la chance de poner al frente del equipo a un DT con mayor experiencia y “espalda”. Repetir errores puede ser letal.


Torneo Primera División 2015 – Fecha 15: Colón vs Huracán

jueves, 4 de junio de 2015

La vuelta del viejo goleador

Claudio Guerra debutará como titular con Unión en este torneo de Primera División, en la última fecha antes del receso por la Copa América. Es una decisión discutible de Madelón, que sin embargo le brinda al delantero la posibilidad de demostrar en cancha si mantiene sus cualidades intactas para ser tenido en cuenta en la segunda mitad del año.

Luego de ser pieza fundamental en el camino al ascenso, el 9 salió de la formación principal por un desgarro en la pretemporada y nunca pudo recuperarse. Solo entró desde el banco en 4 partidos y ni siquiera sumó 90 minutos acumulando todos sus ingresos. Un par de rupturas fibrilares mal curadas y un comportamiento no del todo profesional en los últimos meses le restaron chances de entrar en la consideración del DT para jugar desde el inicio.
La imagen que vimos de Guerra las veces que le tocó jugar con la rojiblanca en este campeonato dista mucho del perfil goleador que tuvo en su 14 partidos del semestre pasado en la B Nacional, en los cuales anotó 8 goles. Últimamente se lo vio con una deuda física importante, a partir de la cual el propio jugador decidió tomar un rol de mayor estacionamiento en la zona ofensiva y no tanta influencia en el área rival.
Esas características negativas moldearon un nuevo Guerra, no tan relevante y poco indispensable. Unión casi no lo extrañó porque surgió Gamba desde el banco para cubrir su lugar con despliegue por las puntas y colaboración en la red. Y sobre todo, por la ratificación brillante de Triverio, que se transformó en el alma goleadora del elenco santafesino.
La decisión de Madelón es por lo menos debatible. Deben existir elementos a favor del jugador, que el técnico percibió en los últimos entrenamientos para darle un voto de confianza. No hay que olvidar que Guerra recién volvió a exigirse esta semana, jugando 30 minutos en un amistoso.
Pero al mismo tiempo hay un importante riesgo asumido en esta determinación. A horas del parate por Copa América, se expone al futbolista a sufrir una nueva lesión. Cuando el descanso y la pretemporada son dos opciones necesarias en este momento para él.
En definitiva la resolución está tomada y solo queda esperar que Claudio Guerra pueda volver a su viejo amor. Porque para un delantero los goles nunca se olvidan.
  

Torneo de Primera División 2015 – Fecha 15: Gimnasia (LP) vs Unión

lunes, 1 de junio de 2015

Salvó un punto y al DT

Colón demostró en la cancha que su objetivo primordial era no perder. Lo logró en base a un correcto funcionamiento defensivo, que fue de menor a mayor, en detrimento de toda posibilidad ofensiva. La meta era liberarse de la presión luego de la derrota ante Acassuso y el modo era no caer contra Estudiantes. La forma fue exitosa aunque demasiado amarreta.
El ingreso de Villarruel a último momento insinuó una idea que no prosperó más allá del minuto 10: complicar la subida de Aguirregaray aprovechando el espacio  a su espalda. La movida duró lo q tardó el Pincha en tomar nota de esa estrategia inesperada y controlarla. Desde los 15 del primer tiempo hasta el final del encuentro la pelota fue propiedad exclusiva del conjunto platense. Un poco por las capacidades técnicas del local y otra porción porque Colón así lo decidió de antemano. La estadística final marca que el porcentaje de posesión favoreció a Estudiantes por 65 contra 35 % del rojinegro.
Fruto de esa postura, el sabalero sufrió por demás en el último tramo de la parte inicial. Ese fue el momento de mayor presión del elenco de Milito, con Cerutti como conductor por la izquierda, sacando enormes diferencias gracias a la impericia de Garnier, improvisado como lateral derecho. Pero las chances fueron desperdiciadas y Colón pudo llegar al descanso con media misión cumplida.
Con el correr del tiempo en el complemento, el equipo de López fue fortaleciendo su trabajo defensivo y achicando los espacios para el rival. Perdió menos por los costados y se afianzó a partir del rendimiento de Germán Conti, que anuló a Carrillo y fue la figura. A pesar de los cambios ofensivos de Milito, Estudiantes no pudo vulnerar la última línea visitante, más allá de sostener siempre el control del balón.
La deuda pendiente estuvo en ataque. La producción de Colón en ese aspecto fue nula. Pateó dos veces al arco en todo el cotejo y tuvo solo una jugada de peligro (un remate de Alario que pasó cerca del arco de Navarro, en el comienzo del juego). Es un valor muy escaso que no debe proyectarse a futuro, y queda disimulado por la importancia del punto que sirve para superar el cimbronazo que significó la caída por Copa Argentina.
Colón fue lo opuesto a lo que venía mostrando. Mejoró atrás y no fue tan débil, teniendo en cuenta que la parada era compleja por el poder ofensivo y de nombres que tenía Estudiantes. Aunque el rendimiento del medio hacia adelante fue el más pobre del torneo, a causa de la decisión que tomó el técnico en relación a evitar la derrota a toda costa. Así, el equipo salvó un punto y López su puesto, por lo menos por una semana más.

Torneo Primera División 2015 – Fecha 14: Estudiantes 0 – 0 Colón