Unión culminó la primera parte del año
en el primer tercio de la tabla de posiciones. El escalafón no entiende de
subjetividades y ofrece un número frío que, a veces, alcanza para determinar objetivos
logrados. Ubicándose en esa posición, el tatengue puede alegar con razón haber
llegado a la meta. Hubo muchas luces y algunas sombras que vale la pena
analizar a mitad de temporada.
La dura derrota por goleada contra
Gimnasia LP empañó una campaña positiva. Sin embargo, hay algunos aprendizajes
que pueden extraerse de la caída en el Bosque. Elementos válidos para entender
que no todas son rosas y que, más allá de la buena estadística, hay cosas por
corregir y puntos por reforzar de cara a la segunda parte del año.
Unión trasladó su poder ofensivo desde
la B Nacional, y ratificó su capacidad goleadora en Primera División. Con Enrique
Triverio como abanderado, el cuadro de Madelón terminó tercero, detrás de River
(27) y Boca (25), entre los conjuntos más goleadores del campeonato, con 24
anotaciones. Quique fue artífice
fundamental con 9 goles. El 7 no fue simplemente un artillero, también aportó a
la construcción del juego de ataque aguantando la pelota arriba y rompiendo por
los costados para que algún compañero ingrese por el centro. Será muy complejo
para Madelón reemplazar un delantero tan completo. Sin dudas será el lugar
primordial a cubrir con uno o dos refuerzos.
Triverio tuvo dos laderos de alto
nivel: Lucas Gamba e Ignacio Malcorra. El delantero mendocino se complementó
con él por toda la zona ofensiva y también se anotó en la red en 5 ocasiones. Mientras
que el mediocampista zurdo se destacó por sus tiros libres y centros,
convirtiendo 6 goles y sirviendo algunos más. El tatengue concentró en estos
tres futbolistas sus principales virtudes en el arco rival. Entre ellos marcó
20 de los 24 tantos que tiene el equipo.
El mediocampo fue casi siempre un paso
rápido en el funcionamiento rojiblanco. El único jugador capacitado para
agregar pausa en ese lugar es Juan Rivas, que estuvo varios partidos afuera por
lesión. Por eso, el equipo buscó mayormente colocar el balón casi sin
transición en la zona ofensiva, donde explotó sus mejores virtudes. En la
mediacancha se destacó el rol de Mauricio Martínez, muchas veces lidiando en
soledad con los volantes rivales.
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Un párrafo aparte merece el tema
disciplinario. Unión sufrió 7 expulsiones en 15 partidos. Es decir, en casi la mitad
de los encuentros tuvo que jugar con menos futbolistas que su rival. Es uno de
los elencos con más rojas acumuladas, junto a Vélez, Huracán y Crucero. Madelón
debe revisar este aspecto porque genera una ventaja al oponente de turno y
perjudica a un plantel acotado.
El equipo tatengue cerró el semestre con un mal trago, pero el horizonte aparece claro. Si el trabajo en conjunto de los
dirigentes y el cuerpo técnico en pos de reforzar la plantilla y prepararla de
forma adecuada es el correcto, entonces Unión tendrá grandes chances de llegar
a fin de temporada con el objetivo logrado.
Torneo de Primera División 2015 – Fecha
15: Gimnasia (LP) 5 – 2 Unión