domingo, 27 de julio de 2014

Le agregó condimentos a la receta conocida

Colón apeló al plan que mejor ejecuta para superar a Lanús y clasificar a los octavos de final de la Copa Argentina. A las virtudes conocidas como el orden, la solidaridad y la gran capacidad de recuperación, le adosó mayor presencia ofensiva en el contragolpe. La genialidad de Facundo Callejo hizo el resto para que el sabalero coseche un triunfo con varias aristas positivas.
Para Osella fue sencillo transmitir, y para varios de los jugadores asimilar, el mensaje previo en base a un modelo de juego conocido, desarrollado y exprimido al máximo en el torneo anterior. Los nombres nuevos se acoplaron con facilidad y de eso resultó un equipo sólido que aprovechó de manera óptima el contexto que le presentaba el partido.
El rendimiento de Colón fue de menor a mayor. Arrancó siendo atropellado por un rival que acusaba la derrota en Brasil y quería revancha, luego fue equilibrando el trámite hasta el final del primer tiempo, y en el complemento fue claramente superior para justificar el resultado. Una victoria importante porque el oponente es de mayor jerarquía, de una categoría superior, porque le permite al cuadro santafesino pasar a una fase que nunca disputó en esta competencia, y por el influjo de confianza que significa de cara al futuro.
El funcionamiento colectivo fue parejo, hubo pocos puntos bajos y varias actuaciones destacables. La figura de la cancha fue Facundo Callejo por varias razones. Porque cumplió el mandato del entrenador en un puesto clave para este esquema táctico, porque su influencia fue notoria en las acciones ofensivas del equipo y, principalmente, por la exquisita definición que derivó en el único gol del encuentro. El extremo (concepto "bielsista" utilizado por Osella para definirlo) recibió en el vértice izquierdo del área, frenó el balón y la picó ante Marchesín que estaba adelantado. Ese gesto técnico consumó un golazo que se inició como contragolpe desde los pies de Alario y pasó por una cesión precisa de Curuchet. 
El podio se completa con el propio Alario. Solidario siendo referencia arriba, pivoteando, descargando y llegando al área. Y el saludable momento de Poblete, demostrando que con su voluntad y recorrido es una buena alternativa para la recuperación en la zona central del medio.
El sabalero tuvo un debut auspicioso, esperanzador, pero tácticamente no relacionado con el tipo de partidos que se le puede presentar a partir del sábado en la B Nacional. Estará en la habilidad y el conocimiento de Osella reconvertir el esquema de forma tal de adelantar unos metros el equipo sin perjudicar el buen rendimiento colectivo.
Por lo pronto, y a menos de una semana del inicio del "operativo retorno", el ánimo está por las nubes en el campamento sabalero.

Copa Argentina 2014 – 16avos de final – Colón 1 – 0 Lanús

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