domingo, 4 de septiembre de 2016

De la cabeza

Con el éxito ya consumado, Madelón reconoció que realizó un trabajo especial apuntando a fortalecer el aspecto mental del equipo de cara al choque contra Estudiantes. Unión respondió en la cancha con una confianza inusual para convencerse que podía jugar de igual a igual y fruto de eso plasmó una superioridad que lo hizo merecedor ya en el partido del triunfo que alcanzó en la definición por penales.
Sin embargo, la victoria tatengue no se fundamenta sólo en la actitud. Hubo argumentos futbolísticos que respaldaron un funcionamiento que comenzó con dudas, pero luego se fue afianzando hasta provocar un predominio inesperado del cuadro santafesino.
En el inicio del partido, Unión reflejó sus principales miedos. Se acomodó demasiado atrás y permitió que Estudiantes manejara la pelota y la iniciativa, aunque sin generar acciones peligrosas. Hasta que sobre los 20 minutos el equipo de Madelón produjo un quiebre en el trámite. La jugada asociada entre Acevedo, Rolle y Villar que dejó a Gamba mano a mano significó mucho más que la primera aproximación tatengue en el partido. En esa acción, Unión se demostró a sí mismo que podía jugar más adelante, que era capaz de recuperar la pelota en zona media y, sobre todo, que tenía las armas suficientes para imponerse en el juego.

De allí al final de la primera parte se vio el mejor rendimiento. Presión alta, recuperación y ataque rápido, y presencia en el área rival para generar opciones de gol. El tiro libre de Rolle que impactó en el palo y un cabezazo de Anselmo que pasó muy cerca fueron el desenlace de un lapso en el que Unión hizo casi todo para irse al descanso arriba en el marcador.
En el complemento, el elenco de Madelón perdió claridad en los últimos metros pero sostuvo la intensidad en la presión y el control del partido. Estudiantes estuvo muy lejos de ser el equipo jerarquizado que aparecía en la previa como el futuro dueño inevitable del encuentro. Unión, con una mezcla de alta confianza y demostradas cualidades lo mantuvo a raya y llegó a los penales con la sensación de haber cumplido con el trabajo correcto para ganar la clasificación en los 90 minutos.
La definición desde los doce pasos deja de lado los méritos colectivos y se reserva el derecho de consagrar a un héroe. Nereo Fernández fue el beneficiado por las circunstancias y en base a una conjunción de capacidad e intuición tapó dos remates en la tanda, para convertirse en figura y darle al tatengue el pase a los cuartos de final de la Copa Argentina.
Unión jugó un gran partido y, más allá de imponerse a través de una vía que a veces tiene mucho de azar, justificó desde su rendimiento el resultado a favor que consiguió ante uno de los mejores equipos del país.
Esta vez, el tatengue ganó con las piernas un partido en el que primero se impuso con la cabeza.

Copa Argentina 2016 – 8avos de Final: Unión 0 (5) – (4) 0 Estudiantes

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